La Pedagogía con un Enfoque Dialéctico

Notas elaboradas por
Romeo Froylán Caballero Ramos

INTRODUCCIÓN

Una vez analizadas diferentes teorías científicas, considero que la que mayor impacto ha tenido en mí, es la dialéctica, en particular la dialéctica materialista. Así, partiendo desde la postura dialéctica idealista de Emmanuel Kant  y pasando por el materialismo mecanicista de Feuerbach, se puede ir construyendo una postura dialéctica para analizar la problemática educativa del México actual, que retome diversos enfoques y fundamentos de Carlos Marx y Federico Engels; al mismo tiempo que enriquezca las  posturas clásicas con aportes nuevos, auque se alejen un tanto del marxismo clásico; como lo son las teorías de Louis Althusser, de Antonio Gramsci, de Lacan, y de Karel Kosik entre otros. Asimismo, que se incorporen observaciones y propósitos de algunos sociólogos de la educación como Michael Apple y Henry Giroux.

De esta manera, y utilizando el concepto de praxis, se pueda teorizar y actuar, para luchar por la emancipación del pueblo de México, a través de la educación. Así podemos establecer los lineamientos básicos para el surgimiento de una pedagogía con un enfoque dialéctico, que se oponga al enfoque actual, basado en la formación de individuos acríticos y carentes de un espíritu de transformación social. Esto podría ser realidad, a partir de la transformación de un grupo significativo de docentes, de su situación actual a intelectuales orgánicos de acuerdo con la visión de Gramsci, mismos que se encargarían de luchar por mejorar la calidad educativa  con un profundo sentido de solidaridad social.

    
¿CÓMO CONCEPTUALIZAR LA PEDAGOGÍA CON UN ENFOQUE DIALÉCTICO?

UN PRIMER ACERCAMIENTO CONCEPTUAL


La dialéctica es una teoría necesaria para construir una pedagogía científica (valga la redundancia para acentuar el carácter científico de la pedagogía que muchos académicos niegan); con un  objeto de estudio, metodología de investigación y lógica interna; considerando los más altos valores humanos y una forma especial de interpretar la realidad.

FINALIDADES DE UNA PEDAGOGÍA CON UN ENFOQUE DIALÉCTICO

La pedagogía con un enfoque dialéctico, sienta las bases para impulsar un movimiento social encaminado a formar individuos cuyo objetivo central sea la conformación de una nación fuerte y poderosa, trascendente; pluricultural  y  pluriétnica. Aplicando la pedagogía con un enfoque dialéctico, también se pueden formar ciudadanos creativos, competitivos a nivel mundial, y solidarios con sus semejantes; pero ante todo capaces de resolver problemas y ser transformadores progresistas de su realidad.

Aunque pedagogía con un enfoque dialéctico puede en principio aplicarse en México, sus supuestos y planteamientos generales pudieran ser aplicados en cualquier parte del mundo, en especial en los países pobres y explotados del llamado tercer mundo, con la condición de tomar en cuenta la historicidad y las condiciones culturales de cada país o región.

La pedagogía con un enfoque dialéctico podría descubrir, explicar y aportar elementos para la solución  de los problemas más sentidos de la sociedad mexicana en lo particular; y los de los países oprimidos del mundo en general, a través de la educación y la concientización de sus habitantes. Así, la pedagogía con un enfoque dialéctico podría guiar a los profesores de educación básica y normal para enfrentar los problemas de contaminación, inseguridad pública, corrupción, compra-venta de la justicia  democracia imperfecta, injusta distribución de la riqueza, sometimiento y dependencia nacional, drogadicción y alcoholismo, SIDA, desnutrición, desintegración familiar, embarazo precoz, violencia sexual, abuso con los menores, niños de la calle, etc.

LOS MAESTROS DIALÉCTICOS

Los profesores que adoptaran la pedagogía con un enfoque dialéctico como guía teórica (maestros dialécticos), tendrían que vencer, en primer término, estancamientos e inercias dentro de nuestras instituciones educativas,  con el fin de romper las barreras físicas y psicológicas que separan a las escuelas de las comunidades donde se encuentran; procurando rescatar el triple papel que tuvieron los profesores mexicanos rurales de los años 20´s, 30´s y 40´s: educadores, líderes sociales y constructores de una nación libre y poderosa.

Por tal motivo, los maestros dialécticos no deben aspirar a ser eruditos, sino transformadores humanistas de nuestra realidad. Además, los maestros dialécticos deben considerar que la grave crisis educativa actual no se podrá resolver únicamente con mejoras de tipo técnico-pedagógico, como nuevos planes y programas de estudio, mejores libros y materiales didácticos, etc., sino que además se requieren realizar acciones en los aspectos político, económico y/o cultural.

En otras palabras, los maestros dialécticos debieran luchar por:

·              Que México sea una nación fuerte y poderosa, que no se someta a los designios de ninguna otra, y que permita a los mexicanos organizarse para satisfacer sus necesidades materiales fundamentales como vivienda, comida vestido, etcétera; y algunas de sus necesidades psicológicas básicas como: los sentimientos de pertenencia, de seguridad, de fortaleza. Es decir, la pedagogía con un enfoque dialéctico pudiera ser un motor para despertar conciencias y formar individuos que abandonen las posturas derrotistas, malinchistas y de frustración que en muchas ocasiones nos han identificado.

Para esto, debemos hacer a un lado las experiencias negativas de los mexicanos de ayer y hoy, cuyas posturas han sido pusilánimes y débiles de carácter, y rescatar en cambio nuestras mejores tradiciones de orgullo y fortaleza. Hay que ir a los espíritus indomables y avanzados de aztecas, mayas, tarascos, mixtecos y zapotecos, gran parte de los cuales prefirieron morir antes que ser sometidos por los españoles.

·              Hay que rescatar las actitudes heroicas de los insurgentes y reformadores de los siglos XVIII y XIX (Hidalgo, Juárez, Morelos, etc.), que brindaron su sangre y sacrificio para comenzar a construir el país que hoy tenemos. Hay que recobrar las posturas soberbias y de entrega social de Francisco Villa, Emiliano Zapata y Lázaro Cárdenas en defensa de los débiles y de la nación. Hay que retomar las ansias de libertad y transformación de todos los héroes anónimos, de Juan Pueblo que creyó y lucho por los ideales de justicia y bienestar para todos.

·              Formar una  gran  nación  trascendente,  porque  consideramos  que  a  México le ha tocado desempeñar un papel central en la conformación de una auténtica cultura universal mestiza: Primero fue la fusión de las culturas indígenas y española, de las cuales somos herederos directos; ahora es la fusión de los mexicanos con los anglosajones de Estados Unidos de América; es decir, estamos conformando una nueva fusión de la cual habrá de surgir un mestizaje más universal y de la cual la nación mexicana es el heraldo.

·              Consolidar una nación pluricultural y pluriétnica que considere con igual valor las culturas occidentales y las culturas no occidentales (por ejemplo, nuestras culturas indígenas). Únicamente de un trato entre iguales, habrá de surgir una nación mestiza que incorpore lo mejor de cada cultura.

·              Construir una nación que sea capaz de brindar a todos sus integrantes un mínimo de bienestar material y espiritual y la posibilidad de una vida digna, sin causar lástimas ni implorar caridad; que no se base la riqueza de unos cuantos en la desdicha de las mayorías.

·              Para lograr sus finalidades, hay que considerar que la pedagogía con un enfoque dialéctico  pudiera surgir dentro de la corriente del normalismo mexicano (el cual reconocemos como fuente primaria de inspiración), en los albores del siglo XXI y en plena época de la globalización económica. Además, la pedagogía con un enfoque dialéctico podría conceptualizar al fenómeno educativo como un fenómeno eminentemente social, motivo por el cual se considera que la educación está sujeta a todas las contradicciones de la sociedad en la que surge y se manifiesta; y dentro de éstas nos interesa en especial el análisis de las relaciones de poder que se dan entre los países y entre los individuos, mismas que son permeadas por la clase social, el género y la etnia; cuyos efectos llegan hasta la escuela.

VALORES Y BIENES CULTURALES QUE PERSIGUE LA PEDAGOGÍA CON UN ENFOQUE DIALÉCTICO

Los maestros dialécticos podrían considerar fundamental la aceptación crítica de valores humanos por parte de los mexicanos a través de la escuela y la educación en general (elemento necesario para el trabajo por competencias). Por ello es necesario distinguir entre los conceptos de bienes y valores culturales. El hombre hace los bienes, de acuerdo con su época y cultura. Los valores en cambio son abstracciones de diferentes épocas y culturas, por lo que son denominador común en varios tiempos y lugares. Es decir, los bienes cambian de cultura en cultura y de época en época, mientras que los valores son de larga duración y permanencia.

Los bienes que podríamos construir y los valores que podríamos fomentar, son entre otros:

·        Tolerancia (a otras formas de formas de pensar y ser ).
·        Honradez (personal, laboral, etc.).
·        Solidaridad (para con sus semejantes).
·        Dignidad (en actitudes y formas de ser).
·        Utilidad (para aplicar conocimientos a la solución de problemas).
·        Valentía (para defender los derechos propios y ajenos).
·        Respeto (a la vida, a los ancianos, a los más débiles, etc.).
·        Creatividad (para innovar, cambiar y transformar).
·        Belleza (para disfrutar de la música, la lectura, y las demás bellas artes).
·        Verdad (para buscarla en la ciencia y en la vida misma).
·        Justicia (para el ser y el deber ser).
·        Libertad (en lo personal y social, sin caer en el anarquismo).
·        Crítica (en el sentido de encontrar lo bueno y lo malo de las cosas y la vida).

FORMA DIALÉCTICA DE INTERPRETAR LA REALIDAD

La pedagogía con un enfoque dialéctico podría ser una teoría del fenómeno educativo, que tiene dos ramificaciones fundamentales: la teoría educativa (pedagogía) y la práctica educativa (didáctica). La teoría educativa persigue la reflexión  y el establecimiento de la relación causa-efecto de todos los aspectos que inciden en los fenómenos educativos; mientras que la didáctica pretende guiar  y enclarescer la práctica educativa mediante la aportación y el análisis crítico de métodos, teorías y procedimientos de enseñanza.

Compartiendo las ideas de Gramsci, para teorizar sobe la educación, hay que considerar que el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria. Así, por ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los explotadores, en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto "destino nacional". Se conforma así un "bloque hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués.

De lo anterior, surge otro concepto importante para Gramsci: el de hegemonía. Así, el ejercicio de las funciones de dirección intelectual y moral unida a aquella del dominio del poder político, es un ejemplo de la hegemonía. El problema para Gramsci está en comprender como puede el proletariado o en general una clase dominada, subalterna, volverse clase dirigente y ejercitar el poder político, a convertirse en una clase hegemónica.

Las clases subalternas – subproletariado, proletariado urbano, rural y también la pequeña burguesía – no están unificadas y su unificación ocurre solo cuando “se convierten en Estado”, cuando llegan a dirigir al Estado, de otra forma desarrollan una función discontinua y disgregada en la historia de la sociedad civil de los estados singulares. Su tendencia a la unificación “es despedazada continuamente por la iniciativa de los grupos dominantes” de los cuales ellas “sufren siempre la iniciativa, aun cuando se rebelen y se insurreccionen.

La hegemonía es ejercitada unificando un bloque social – creando entonces la alianza política de un conglomerado de clases sociales diferentes, formado, en Italia, por industriales, terratenientes, clases medias, parte pequeña de la burguesía – que por sí misma no es homogénea, siendo de cualquier forma atravesado por intereses divergentes – mediante una política, una cultura y una ideología o un sistema de ideologías que impidan que los contrastes de intereses, permanentes hasta cuando sean latentes, explotan probando desde el principio la crisis de la ideología dominante y luego una consiguiente crisis política desde el interior del sistema de poder.

La crisis de la hegemonía se manifiesta cuando, aunque manteniendo el propio dominio, las clases sociales políticamente dominantes no logren más ser dirigentes de todas las clases sociales, o sea no logren resolver los problemas de toda la colectividad y a imponer a toda la sociedad la propia compleja concepción del mundo. La clase social subalterna si logra indicar concretas soluciones a los problemas dejados irresueltos se vuelve dirigente e, incrementando su propia cosmovisión también a otros estratos sociales, crea un nuevo bloque social, volviéndose hegemónico. El momento revolucionario se vuelve inicialmente, según Gramsci, a nivel de superestructura, en sentido marxista, es decir, político, cultural, ideal, moral, pero traspasa a la sociedad en su complejidad, embistiendo hasta su estructura económica, o sea embistiendo a todo el bloque histórico, término que para Gramsci indica el conglomerado de la estructura y de la superestructura, las relaciones sociales de producción y sus reflejos ideológicos.

Una vez comprendidos estos conceptos, surge por su importancia el concepto de praxis. En este sentido, la teoría de la educación y la práctica educativa confluyen en el concepto de praxis educativa. La praxis educativa, no sólo debe considerarse en su dimensión científica, sino también en su dimensión artística, pues educar también implica creatividad, espontaneidad y emotividad de quien enseña y quien aprende.
                  
La pedagogía con un enfoque dialéctico, al estar fundamentada por la corriente filosófica dialéctica, es una perspectiva que concibe a la realidad en la que se da el fenómeno educativo, en constante movimiento y transformación (en un sentido evolutivo) desde la naturaleza, en el planeta Tierra y sus entornos cercanos; hasta las sociedades humanas y por consecuencia a su culminación más alta: el pensamiento, que a su vez es parte de la realidad, de acuerdo con los principios establecidos por Marx y Engels.

El pensamiento existe, pero su existencia es diferente a la de la naturaleza y la sociedad. Es conveniente subrayar  también que el pensamiento no puede existir separado de la persona que piensa, es decir, no existe el pensamiento puro, tal como lo enuncian los principios del materialismo.

En el presente, naturaleza,  sociedad y pensamiento; conforman nuestra realidad única e indivisible. Hacia el futuro (todavía muy lejano) la transformación de la naturaleza ha de seguir un camino involutivo, en el cual desaparecerá la vida y el pensamiento, para continuar con un nuevo ciclo.

LOS MOTORES DEL CAMBIO Y LA TRANSFORMACIÓN

Algunos motores del cambio y la transformación de la realidad son las fuerzas antagónicas o contradicciones que se encuentran dentro de cada ser o fenómeno en permanente lucha y unidad; es decir, fuerzas antagónicas que siempre se presentan juntas en la naturaleza, la sociedad  o en el pensamiento, y que implican atracción y repulsión, integración y desintegración, análisis y síntesis. Pongamos por ejemplo las cargas positivas y negativas dentro de los átomos; las fuerzas de atracción y repulsión entre los cuerpos celestes; las luchas entre las clases sociales antagónicas que conducen a las reformas y las revoluciones sociales; y los equilibrios y desequilibrios que permiten el aprendizaje (Marx y Engels).

De acuerdo con Marx y Engels, otro motor es la negación de la negación que conduce del ser al no ser, y de ahí nuevamente al ser; lo cual quiere decir que ningún aspecto de la realidad está terminado ni es perfecto, pues cada ser o fenómeno genera su o sus contradicciones que lo han de eliminar  y sustituir; lo nuevo incorpora parte de lo viejo para generar algo diferente; en una cadena interminable de eslabones evolutivo-involutivos. Todo aspecto particular de la realidad, nace, se transforma y muere o desaparece (que también es otro tipo de transformación).

Así mismo, Marx y Engels consideran los cambios que sólo implican aumento o disminución de tamaño mecánico, o desplazamiento son considerados cuantitativos, mientras que los que modifican la estructura interna del ser o del fenómeno son denominados cualitativos, por tanto, los que implican ambas cosas son cuantitativo-cualitativos. Por lo general, una serie de cambios cuantitativos conducen a un cambio cualitativo. Pongamos por caso una piedra, que para mucha gente no cambia; si se analiza minuciosamente se notará que a cada instante se desgasta (cambio cuantitativo), por lo que hoy ya no es lo mismo que ayer, ni será lo mismo que mañana; mas con el tiempo, dicha piedra desaparecerá como tal y se transformará en otro ser u objeto (cambio cualitativo).

LA EDUCACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DIALÉCTICA

La educación para un profesor dialéctico, debe entenderse como un proceso social permanente  que debe ser considerado como un proceso interactivo de inculcación, asimilación y/o modificación  cultural entre los individuos, en relación con la sociedad y la naturaleza. Por tanto, es un proceso de construcción de referentes personales y sociales, de acuerdo con patrones socio-culturales que se ven influenciados por la lucha y unidad de contrarios, así como por la negación de la negación y los cambios cuantitativos a cualitativos (Marx y Engels).

Para comprender la educación, los profesores dialécticos, tienen que comprender la sociedad y el momento histórico que se vive. En este sentido, hay que tomar en cuenta que en nuestra sociedad industrial capitalista actual los grupos de poder intentan formar, por medio de la educación, hombres y mujeres, cuyos bienes supremos son el dinero, el ocio y el poder en un sentido individualista. Dichos grupos pretenden también reproducir socialmente las condiciones de dominación vigentes, mismas que están permeadas por razones de clase social, género y raza. Sin embargo, la reproducción no se da en sentido lineal (a diferencia de los supuestos del marxismo clásico), pues también existen grupos que pretenden romperla, motivo por el que, tanto en la educación como en la sociedad se da la contradicción dialéctica de lucha por el poder (la autonomía relativa expresada por Althusser).

EDUCACIÓN ESCOLAR Y EXTRA-ESCOLAR

Para un profesor dialéctico es importante distinguir entre la educación extraescolar y la educación extraescolarizada, pues el individuo aprende en todo momento. De acuerdo con el lugar en donde el individuo se educa, la educación puede ser clasificada en escolar y extra-escolar. La educación escolar conduce al estudio de la práctica docente, mientras la extra-escolar estudia las situaciones de aprendizaje que se dan fuera de las escuelas, ya sea en la familia, en la comunidad y/o en la sociedad. La educación escolar y extra-escolar deben ser integrales, complementarias y permanentes.

Integrales en el sentido de promover todas las capacidades, habilidades y competencias que distinguen al ser humano: el sentido ético (derechos, obligaciones y conductas sociales); sentido estético (emotividad ante la belleza); intelectual (saberes científicos y culturales); sentido del trabajo (dominio de herramientas y tecnologías); sanidad individual, comunitaria y ambiental, etc.

EL APRENDIZAJE DESDE LA PERSPECTIVA DE LA PEDAGOGÍA BASADA EN LA DIALÉCTICA

El fin de la educación es el aprendizaje y para la pedagogía con un enfoque dialéctico, un individuo ha aprendido, cuando es capaz de utilizar sus conocimientos para resolver sus problemas individuales, o cuando puede cooperar en al solución de los problemas comunitarios y/o sociales; es decir, cuando es capaz de transformarse y transformar su comunidad en un sentido evolutivo.

También ha aprendido cuando es capaz de prever los problemas antes de que se presenten. Cuando es capaz de encontrar la relación causa-efecto de los fenómenos que se presentan en su realidad. Cuando es capaz de encontrar las contradicciones que encierran los fenómenos naturales, sociales o formales. Cuando es capaz de percibir las fuerzas antagónicas que se dan en cada ser o fenómeno. Cuando es capaz de ver la interrelación e interdependencia de los seres y fenómenos.

CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y PEDAGOGÍA CON UN ENFOQUE DIALÉCTICO

La pedagogía con un enfoque dialéctico debe surgir teniendo como base el conocimiento científico, por lo que todos los aportes de la ciencia pueden ser incorporados a esta teoría, siempre y cuando tengan o se les dé un enfoque dialéctico. En este sentido, se podrían retomar muchos principios de algunas teorías psicológicas del aprendizaje, como las de Jeroneme Bruner, la Gestalt, Piaget, Vigotsky, los principios del psicoanálisis y Ausubel. También muchos principios pedagógicos de las llamadas escuelas nueva, moderna y radical, por ejemplo, la escuela rural mexicana, la pedagogía del oprimido, Giroux, las técnicas Freinet, el método Montessori, etc. Sin embargo, dichos conceptos no se toman al pie de la letra ni como una mera acumulación de contenidos; si no que se integran coherentemente, dándoles unidad y sobre todo cambiando sus finalidades.

Con base en todo lo anterior, podemos decir que la pedagogía con un enfoque dialéctico debiera rescatar los sentidos histórico y temporal de la educación mexicana, sin desechar totalmente teorías ya superadas, si no incorporando lo valiosas de lo viejo a lo nuevo; sin cerrarse a lo que viene del extranjero, pero tomando sólo lo que nos sirve y adaptándolo a nuestra necesidades.


 OBJETO DE ESTUDIO, METODOLOGÍA Y CIENTÍFICIDAD DE LA PEDAGOGÍA

La pedagogía con un enfoque dialéctico, debe tener un sentido científico, en particular dentro del campo de las ciencias sociales cuyo objeto de estudio es el fenómeno educativo; cuya metodología de investigación está basada en los paradigmas de la investigación educativa más aceptados y difundidos: etnografía, investigación-acción, experimental, clínica, etc.; y cuya lógica interna es la lógica dialéctica. Por tal motivo, hay que aclarar por un lado que no todas las teorías pedagógicas son científicas, y que por el otro, el carácter científico de la pedagogía  no corresponde al sentido positivista de considerar como paradigma único al experimental de las ciencias naturales.

También es importante distinguir entre pensamiento vulgar y pensamiento científico en las ciencias sociales. En este sentido, consideramos que una teoría es científica en las ciencias sociales cuando reúne las siguientes características.

·                Tiene un objeto de estudio propio.
·                Tiene un cuerpo coherente y sistematizado de conocimientos en continuo cambio, transformación y evolución.
·                Tiene una lógica que permite determinar la semántica y la sintaxis de su lenguaje técnico; así como la forma de establecer la verdad.
·                Tiene una metodología de investigación.
·                Es acepada dentro de su correspondiente mundo intelectual y académico como teoría científica.
·                Está basada en una filosofía que permita establecer las relaciones causa-efecto de los fenómenos y seres que estudia, en su interdependencia con el todo, así como la finalidad que persigue.

Con base en lo anterior, se puede inferir que la pedagogía es una ciencia social, ya que tiene un objeto de estudio que es el fenómeno educativo; tiene un cuerpo coherente y sistematizado de conocimientos sobre dicho fenómeno, que se han ido generando sobre todo a partir del siglo pasado; tiene una lógica interna (la lógica dialéctica) en la que se puede fundamentar el conocimiento pedagógico; tiene una metodología de investigación que se apoya en algunos paradigmas de la investigación en la ciencias sociales (investigación etnográfica, investigación acción, investigación clínica, etc.), con las que se actualiza y depura su cuerpo de conocimientos; tiene aceptación en las comunidades académicas de las universidades, las escuelas normales e institutos de investigación educativa; tiene fundamentación filosófica y sociológica en la dialéctica.

EL CONSTRUCTIVISMO HUMANISTA TRANSFORMADOR

La pedagogía con un enfoque dialéctico debe considerar que el individuo, para conocer el mundo en que vive y para conocerse a sí mismo; debe construir y utilizar progresivamente herramientas teórico-conceptuales (ver a Régine Douady) que le permitan aprehender su realidad para transformarla con un sentido humanista.

Una herramienta teórico-conceptual es un concepto o una relación entre conceptos que permite resolver situaciones problemáticas. Es decir, los conocimientos que se tienen del mundo, se van expresando en conceptos que se construyen progresivamente en forma asintótica, es decir, el individuo va pasando de un estado de menor conocimiento a estados de mayor conocimiento.

Más para comprender el proceso de aprehensión del mundo es necesario aclarar 2 conceptos: aprendizaje y desarrollo intelectual. La pedagogía con un enfoque dialéctico puede definir su postura con respecto a estos dos conceptos, apoyándose en varios supuestos teóricos de la escuela racionalista y de la escuela rural mexicanas; de los pedagogos y/o sociólogos educativos Paulo Freire, Michael Apple, Henry Giroux, Louis Althusser, Antonio Gramcci y Constance Kamii; de la teoría epistemológica de Jean Piaget, de la teoría sociocultural de Lev Vigotsky; de la  teoría de las representaciones de conceptos de Jeroneme Brunner; y de la llamada escuela didáctica francesa, en especial de Guy Brousseau, de Regine Douady y de Roland Charnay.

 
Pero dichos supuestos y conceptos no se deben tomar literalmente, sino que en la mayoría de los casos se ha de ampliar e inclusive se deben modificar parte de algunos de sus significados para hacerlos compatibles y coherentes. Al resultado de dicha fusión podríamos llamarle constructivismo humanista-transformador, que se diferencia del constructivismo clásico hoy vigente, en sus finalidades últimas; pues mientras este último solamente persigue que los alumnos construyan sus conocimientos, el constructivismo humanista-transformador pretende que los alumnos además de esto, utilicen sus conocimientos para transformar al mundo con un sentido humanista, es decir, en beneficio del hombre y de la vida (acercándose así al concepto de competencia).

Es conveniente también aclarar, que para la pedagogía con un enfoque dialéctico, el desarrollo individual y el aprendizaje no se dan aisladamente, sino que se influyen y entrelazan mutuamente como parte de un mismo proceso; sin embargo, se mencionan por separado por una finalidad meramente didáctica.

DESARROLLO INTELECTUAL

Para un profesor dialéctico, el desarrollo intelectual del individuo sólo será comprendido si se consideran al menos 5 esferas de desarrollo (combinando conceptos de Piaget, Vogostky y la corriente psicoanalítica):

  1. Esfera filogenética.
  2. Esfera ontogenética.
  3. Esfera cultural.
  4. Esfera microgenética.
5.    Esfera instintivo-afectiva.

Las 5 esferas de desarrollo tampoco se dan aisladas, sino íntimamente interrelacionadas e interdependientes, como una cadena ilimitada de causas-efectos.

La esfera filogenética estudia el desarrollo intelectual del individuo dentro del desarrollo de toda la especie humana. En este sentido, se considera que 4 han sido los aspectos que han permitido la evolución del cerebro y del sistema nervioso, trayendo por consecuencia el desarrollo racional e intelectual del hombre, último eslabón de las especies terrestres vivientes: el trabajo; la fabricación de herramientas y utensilios; el lenguaje; y la lucha por el poder y la riqueza.

Estos 4 aspectos siguen siendo fundamentales aún hoy en día, pues el trabajo necesario para satisfacer las necesidades humanas, ligado con las luchas por el poder y la riqueza, siguen siendo el motor fundamental para diseñar y construir todo tipo de herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas. De igual manera, los lenguajes humanos siguen siendo las herramientas intelectuales básicas para procesar información y permitir el almacenamiento y la transmisión de conocimientos que permiten a las nuevas generaciones un conocimiento cada vez más racional del mundo; propiciando de este modo que la humanidad sea la única especie con la capacidad de tener un pasado, un presente y un futuro, en su devenir histórico.

La esfera ontogenética se encarga del estudio de las etapas de desarrollo intelectual que pasa cada individuo tomando en cuenta los 4 períodos de desarrollo que enuncia Piaget: sensoriomotriz, preoperatoria, operaciones concretas y operaciones formales. Sin embargo, la pedagogía dialéctica no considera estos períodos de manera secuencial y progresiva, sino como asimilaciones que entremezclan estructuras nuevas con las antiguas, permitiendo el paso de las funciones psicológicas primitivas o naturales, a las funciones psicológicas superiores o culturales, de tal manera que cada etapa se ve enriquecida, pero no desechada. Esto explica algunas regresiones o convivencia de dos o más etapas de desarrollo al mismo tiempo.

La esfera cultural indaga sobre la forma como influye el lenguaje y las organizaciones humanas en el desarrollo intelectual del individuo. La manera como se favorece el desarrollo intelectual al intercambiar conocimientos y confrontarlos mediante el diálogo con los demás miembros de su comunidad: padres, maestros, hermanos, amigos, etc. La manera como la palabra permite al hombre convertirse en actor de su propia historia y de la historia de los demás.

En esta esfera también se considera el concepto de zona de desarrollo próximo (ver a Vigotsky), que toma en cuenta dos aspectos del desarrollo intelectual del individuo: el desarrollo real y el desarrollo potencial: El desarrollo real es el que se da de acuerdo con la edad, la estimulación y el  contexto social, sin el auxilio directo de personas mayores o con mayor desarrollo intelectual. El desarrollo potencial es el que se puede explotar con el auxilio de personas mayores o con mayor nivel de desarrollo intelectual.

También se dan en esta esfera los aspectos ético y político, pues el desarrollo intelectual de toda persona es socio-cultural y por consiguiente político, además de que está íntimamente ligado con el ser y el deber ser. Por tanto, el desarrollo intelectual está siempre influido por la política y los valores humanos. 

En la esfera microgenética se toma en cuenta las forma como una estructura de pensamiento permite la adquisición de determinado tipo de conocimientos, y éstos a su vez, permiten el desarrollo de nuevas estructuras mentales; por lo que el conocimiento se considera como fuente del desarrollo intelectual del individuo.

El estudio de la esfera emotivo-instintivo es fundamental para comprender el desarrollo intelectual del individuo, pues el mensaje genético vigente en las funciones psicológicas primarias, la energía libidinal y algunos aspectos emotivos como los miedos, temores, frustraciones, etc. impiden o favorecen dicho desarrollo intelectual.

APRENDIZAJE

El trabajo docente estar íntimamente  ligado al hecho de aprender, por lo que es necesario que los docentes dialécticos tengan claro un concepto de aprendizaje, en este sentido, se puede aceptar que el individuo aprende de acuerdo con la teoría de equilibrios-desequilibrios de Piaget, considerando que a lo largo de toda la vida pasamos de estados de menor conocimiento a estados de mayor conocimiento. Es decir, construimos estructuras de pensamiento que nos permiten resolver cierto tipo de situaciones problemáticas. Mientras dichas situaciones no provoquen conflictos vivimos una etapa de equilibrio, pero cuando se nos presenta una nueva situación problemática para la cual no tenemos explicaciones o soluciones, entramos en un estado de desequilibrio. Si superamos dicha etapa hemos aprendido algo nuevo y entramos en una nueva fase de equilibrio, mas la pedagogía dialéctica, enfatiza el hecho de que sólo hay aprendizaje cuando un conocimiento permite transformar al mundo con un sentido humanista, de otra manera sólo hay un almacenamiento memorístico de información.

Para que haya un aprendizaje, es necesario que se cumplan los principios siguientes (ver a Constance Kamii y a Regine Douady): la acción, el conflicto, la interacción maestro-alumno y alumno-alumno, los conocimientos previos, los convencionalismos sociales, el desarrollo autónomo, los valores humanos asociados al tema, su sentido estético y su poder transformador.

Los conocimientos previos, serán las herramientas teórico-conceptuales que posee el alumno para acercarse a la solución de situaciones problemáticas de un tema determinado, aunque dichas herramientas no serán suficientes para resolver totalmente el problema, por lo que siempre habrá un obstáculo a vencer.

El conflicto se presenta cuando el profesor plantea una situación problemática significativa para el alumno. Por situación problemática entendemos aquella que presenta al menos las siguientes características: existe un obstáculo a vencer y el alumno comprende su utilidad, su lógica interna, sus valores ético y estético, y su poder para transformar la realidad.

Todo conocimiento llega por medio de la acción, ya sea física, mental, o una combinación de ambas, de acuerdo al desarrollo individual. Sin acción no hay conocimiento.

La interacción maestro-alumno y alumno-alumno es fundamental para todo aprendizaje, pues sólo mediante el diálogo es posible apropiarse críticamente de un concepto o de una relación.

La forma como el individuo representa los conceptos que aprende o que está aprendiendo es importante y se aceptan básicamente las categorías propuestas por Brunner: enactiva  (respuestas motrices o manejo de materiales concretos), icónica (representaciones que evocan al objeto como dibujos, gráficas, etc.) y simbólica (representaciones arbitrarias que no evocan al objeto como los signos), lo cual combinando con el juego de marcos (marco aritmético, marco geométrico, etc.) propuesto por Regine Douady, permite enriquecer un conocimiento.

Los convencionalismos sociales son básicos, pues los conceptos se expresan con palabras y las palabras son convenciones sociales. Un mismo concepto puede expresarse por diferentes palabras o con diferente simbologia, sin embargo en algunas disciplinas como la matemática la notación tiende a ser universal.

Las relaciones causa-efecto son importantes para que se de el aprendizaje, ya que de otra manera el conocimiento se da aislado de manera ahistórica, atemporal y aespacialmente.

El desarrollo autónomo también es importante, pues solamente cuando se da libertad al individuo para tomar decisiones, éste aprende y es capaz de construir herramientas y utilizarlas.

Los valores humanos asociados al tema son fundamentales, porque todo conocimiento sólo es valioso si va acompañado de los valores humanos aceptados por la comunidad para transformar al mundo: honradez, solidaridad, etc. Sin embargo, los valores no deben imponerse sino que deben ser aceptados reflexiva y críticamente por el individuo. En este sentido ético es conveniente destacar que los individuos de acuerdo a sus acciones  pueden ser catalogados como constructivos (biófilos) o destructivos (necrófilos), o como una combinación de ambos aspectos; y uno de los propósitos fundamentales de la escuela será formar ciudadanos biófilos y constructivos.

El sentido estético es necesario porque todo conocimiento encierra la belleza y si se es capaz de comprender la belleza de un conocimiento, el aprendizaje será una actividad placentera y reconfortable.

El profesor dialéctico, debe considerar que el aprendizaje en general y el aprendizaje escolar en particular están influenciados siempre por el aspecto político, pues la escuela como institución social es política y dentro de ella se dan las mismas confrontaciones dialécticas de lucha por el poder y resistencia. Considerar que las escuelas son instituciones neutras es ingenuo, pues dentro de una aparente neutralidad, siempre ha estado dentro de ellas el aspecto político. Lo que se aprende y lo que no se aprende siempre tiene una connotación ideológica  de imposición, de resistencia o de contestación. Por eso la pedagogía con un enfoque dialéctico, debiera incorporar también el concepto de curriculum oculto en la forma que lo han manejado Giroux y Apple.

Cuando el individuo aprende un conocimiento y construye una estructura mental, está desarrollando capacidades, habilidades y hábitos. Por capacidad se entiende el poder para realizar  un acto físico o mental, ya sea innato o aprendido. Por habilidad la disposición que muestra el individuo para realizar determinadas tareas o resolver problemas en ciertas áreas de actividad. Por hábito una disposición (las disposiciones no son repeticiones exactas e inevitables) de conducta estable.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

Como conclusión final, podemos afirmar que, basándonos en una pedagogía con un enfoque dialéctico, en las escuelas, los aprendizajes deben llevar a la formación de ciudadanos no violentos, críticos y reflexivos de su realidad y propositivos en cuanto a las soluciones posibles (ver a Giroux). La formación ciudadana debe ser básica y proponerse la construcción de una sociedad mejor. La postura de la pedagogía con un enfoque dialéctico debe ser optimista en el sentido de considerar que la educación puede ser un factor de cambio y de progreso. Es posible y necesario construir en las escuelas, ambientes favorecedores de conductas biófilas. Por tal motivo en la curricula deben estar presentes temas, pero sobre todo acciones que estén relacionados con el pacifismo, la lucha democrática, la protección del medio ambiente, los derechos humanos y la educación integral del individuo (educación intelectual, educación ética, educación estética, educación tecnológica, educación física, educación emotiva-sexual); tópicos que están presentes en el Análisis del Discurso, en particular dentro de los autores Laclau y Mouffe; y en particular dentro de la agenda de la llamada Nueva Izquierda.